Wednesday, April 19, 2006

LO QUE AULA 34 NOS DEJO


Por: REYNALDO CRUZ ZAPATA
La literatura es una de aquellas bienaventuradas maldiciones que si tuviéramos que elegir no lo haríamos ninguna vez. El amor a las letras nace cuando nace nuestra primera ilusión, crece con nuestros paseos por las bibliotecas y librerías de enésima mano, se nutren de las tertulias en un café, beben las esperanzas de los amigos nuestros.

Decidirse a formar parte de la atmósfera que comparten aquellos seres quiméricos que llaman poetas y escritores es una cuestión inexplicable para quienes trazan letras curvas sobre el papel. Piura tiene una tradición literaria que se resiste a perecer, desde Carlos Agusto Salaverry hasta nuestros días los algarrobos de la cálida ciudad siguen sirviendo para refrescar las creaciones de jóvenes amantes de la pluma.

Houdini Guerrero, forjó hace 2 años una prole de noveles escritores, en el Taller de Literatura de la Facultad de Ciencias Sociales y Educación de la Universidad Nacional de Piura, que adoptó la denominación del aula que los albergo: AULA 34. Esta iniciativa sirvió para reunir a Café de Artistas, “Inti Llaqta” dos grupos que tenían perspectiva propia, con jóvenes que no conformaban ningún Círculo Cultural.

Como resultado de esta experiencia apareció la revista N° 0 que llevaba el mismo nombre del Taller, y un año después el N° 1. Así el lirismo de Fernando Silva, Johany Mogollón, Edgard Bruno y Danny Cruz, junto a la prosa de José Lalupú, Sofia Sánchez Charles Purizaca y Javier Vílchez, encontrarían la primera ocasión para plasmar su lapicero en una revista. Luego vendría la inclusión de algunos de ellos en Sietevientos y la Revista Cultural Umbral N° 15 dedicada a Piura.

En agosto pasado, Suicidas Aedos, tuvo un fugaz destello entre los estudiantes de Derecho y Comunicación. La inclusión de un agrio manifiesto, resaltaba la influencia setentera ( generación del 70’ ) de esta revista. 2 meses después su 2° número no se acercaría a los 500 ejemplares de la primera entrega. En ambos números, Aula 34 marcaba presencia una vez más: Percy Ipanaqué, Jorge Dávalos, Henry Córdova, Reynaldo Cruz y Otto Quezada ( varios de ellos integrantes del Grupo Cultural “ Inti Llaqta”) incursionaban literariamente más maduros.

Desencuentro de Danny Cruz fue la primera producción individual de los muchachos de Aula 34, luego vendría Hostia Sideral de Percy Ipanaqué, y dentro de unos días, Javier Vílchez nos entregara “Sorpresa”, un interesante libro de cuentos costumbristas. Edgar Bruno no resiste a la idea del libro propio, y así varios parecen estarse animando para su primera publicación. En mi papel de escritor por equivocación no me queda más que escribir: Salud Houdini!, los que vienen te saludan.

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