Thursday, April 20, 2006

El retorno del último juglar


Haciendo camino al andar


Caminante, no hay camino,
Sino estelas en la mar.

Antonio Machado

Pareciera que los días no ha querido cruzarse en su romántica senda de utopías construidas con lápiz y papel, pareciera que su sueño de un mundo mejor continúa guardado en su antiguo maletín. Esta no es la edad media, pero él sigue cantando y recitando los versos de sus trotamundos pasos, al igual que un juglar.

20 años atrás un joven poeta cogió sus esperanzas y emprendió un viaje en busca de un nuevo horizonte cultural, desde entonces, Carlos Bayona Mejía, recorre el país con una ilusión a cuestas: llevar la literatura hasta el más recóndito lugar. Su sueño ha transitado por las calles de Chiclayo, Trujillo, Ica, Moquegua, Tacna, Huaraz y Lima, donde ha organizado Ferias de Libros, y ha conseguido unos amigos más. Hace 5 años radica en la ciudad capital, pero cada año regresa a esta tierra de generosos algarrobos en busca de un retazo de inspiración.

Este aedo nació una tarde de invierno de 1968 en San Clemente (Sechura), a los 10 años el amor a su pueblo germinó sus primeros poemas, tiempo después estudiaría en la Escuela Superior de Arte “Ignacio Merino”, aquí la explosión de la belleza artística le brindó un nuevo sentido a su vida. Lima lo ha tratado bien, además del aprecio de los círculos literarios, Carlos Bayona es uno ser casi extraño del mundo cultural, pues sus 17 plaquetas le han servido para hacerse un espacio en antologías como la de Manuel Pantigoso referente a la generación del 90’, la de la Tortuga Ecuestre que realizó Gustavo Armijos y en la antología latinoamericana “Ontolírica del Canto” (Maribelina 2000, Lima).

Carlos mira el azul espacio mientras le pregunto por los muchachos de su generación, recuerda algunos: Harold Alva, José María Gahona, Teofilo Peña, Efraín Rojas, Raúl Behamonde, Raúl Saldarriaga, Grabiel Garay, Harrison Talledo, Javier Canzino, entre otros. Los días separaron sus caminos, pero Carlos siguió terco en su trajinar de juglar, se dedico a recitar versos de sus plaquetas en colegios, institutos y universidades. La Universidad Nacional Mayor de San Marcos le abrió las puertas de su taller de literatura.

Este año su quimera ha empezado a crecer, a su Asociación Cultural Artes Vivas se han unido la Editorial Cultura Peruana de Lima y Bracamoros Editores de Jaén, para cumplir su objetivo de ofrecer libros a bajo precio. Mientras tanto prepara una nueva plaquetta trazar un nuevo camino junto a José Maria Gahona, esperando que en sus pasos quede la semilla de su azul sueño.

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